ONE SHOOT - Te tendre en mi corazon

Echo por mi, espero que les gusteee!! :) estoy experimentando
Solo veía las nubes pasar por la ventana del avión con destino a Los Ángeles, mientras trataba de no recordar el insoportable día del accidente que tuvimos Ashton y yo, Ashton… hasta dolía pronunciar su nombre, porque se tuvo que ir, tenía que ser yo la que se hubiera ido, él era mi fuente de energía, mi consejero personal y sobre todo mi primer amor…
Una voz femenina y algo robótica me saco de mis pensamientos.
-Señores pasajeros, estamos por aterrizar en el aeropuerto de LA, le agradecemos que por su seguridad se abrochen sus cinturones, gracias por su atención.- Dijo la voz femenina por el parlante, la obedecí y me abroche el cinturón, segundos después sentí como el avión descendía y un escalofrío subió por mi columna, me estremecí y cerré los ojos con fuerza para esperar que parara.
Ah sí, se me olvidaba contarles mi historia, mi nombre es Ashley Boulevard, tengo 17 años, nací y viví en Londres, era una chica espontanea y me encantaba estar con mis amigos, reír y salir de fiesta, era normal en mí, pero un día todo cambio, luego de conocer y enamorarme del chico perfecto a los 14 años, un trágico accidente nos separo permanentemente, caí en depresión, mis padres no sabían que hacer conmigo, no comía, dormía o socializaba, estaba más muerta que viva, Amanda, mi mama, hasta contrato una psicóloga, pero no sirvió de nada, no les quedo más remedio que enviarme a vivir con mi tío que ni siquiera había conocido, para “una vida mejor”, pero no nos salgamos de la historia, sigamos.
Espere un largo rato mis dos maletas, mientras veía de reojo la puerta de salida para ver mi nombre, cuando al fin las maletas salí hacia donde estaban las personas esperando y por fin vi un cartel que decía “Ashley Boulevard”, suspire de alivio y me acerque a la pareja que lo tenía en mano, ellos me sonrieron.
-Tú debes ser Ashley, cierto.- Pregunto la encantadora señora rubia, piel blanca y ojos verdes.
-Sí, lo soy.- Conteste tímidamente.
-Soy tú tío Luke y ella es mi esposa Julia.- Se presento el hombre, algo alto, cabello castaño claro y ojos verdes azulados.
-Mucho gusto.- Les dije sonriendo.
-Bueno, bienvenida a Los Ángeles.- Dijo Julia divertida, reí sin ganas, no tenía ánimos de sonreír desde que él se fue…
El tío Luke me ayudo con las maletas, caminamos hacia su auto y luego empezó a conducir a lo que me suponía que sería su casa, estaba atontada viendo todas las cosas que había en esa ciudad, nunca había venido a Los Ángeles, era hermoso, playas, clubs y demás, pero con quien lo disfrutaría, no tenía al amor de mi vida y nunca iba a volver, estaba sola en esta ciudad sin un amigo, el vacio de mi pecho comenzó a abrirse sin anestesia, me mordí el labio, no quería hacer una escena frente a mi tío, sería vergonzoso, lleve mi mano hacia el estomago y trate de concentrarme en los edificios que pasábamos y lo grandes que eran.
El auto estaciono frente a una gran casa, mucho más grande que la mía, parecía una mansión, estaba boca abierta cuando la puerta de mi lado se abrió y caí al suelo porque estaba apoyada justamente ahí, alce la vista para ver quién era y me exalte al ver a una chica parecida a mí, pero era un poco más alta y tenía el cabello color caramelo, pero con los mismos ojos y mismo perfil.
-Ups, lo siento, déjame ayudarte prima.- Ah, ella era mi prima, ahora comprendo el parecido, extendió su mano hacia mí y yo la tome para poder levantarme, ya de pie, me abrazo.
-Tú debes ser mi prima…- Dije casi sin aire por el abrazo.
-¡Sí!, mi nombre es Denisse, tú debes ser… Ashley.- Asentí ya libre de sus brazos, me agradaba esta chica.- Ven, déjame mostrarte tu habitación.- Dijo jalándome por el brazo.
Al entrar a la casa me exalte más, era inmensa y muy lujosa, tenía familia rica, que dicha, Denisse me arrastro por las espaciosas escaleras y luego caminamos por un largo y ancho pasillo, lleno de retratos y mesitas de madera, paramos frente a una de las puertas blanca y grandes, en cuanto abrió la puerta me quede helada en el lugar, paredes rosa pastel, mi color favorito, una gran cama con cobijas que hacían juego, con balcón y muchas cosas más, era la habitación que nunca tuve.
-Wow, es hermosa, tú la decoraste.- Pregunte casi sin aire del asombro.
-Sí, me alegro que te guste, trabaje duro en ella.- Confesó, le sonreí.- Te dejo para que empieces a arreglar un poco.- Anuncio mientras cerraba la puerta tras de mí, me quede detallándola unos segundos más en eso alguien toco la puerta, di media vuelta y la abrí, un señor con muchas canas, piel blanca y ojos azules estaba frente a mí con mis maletas.
-Señorita, aquí tiene su equipaje, se le ofrece algo más.- Dijo cortésmente, me suponía que era el mayordomo o algo así.
-No gracias y tú eres…
-Soy Richard, mayordomo.- Se presento.
-Ah, para la próxima dime Ashley.- Dije, el sonrió y se fue caminando, tome las maletas y las arrastre hasta adentro para poder cerrar la puerta.
Pase como una hora ordenando mi ropa y algunas cosas que me había traído, como por ejemplo, la almohada de peluche que me había regalado… Ashton, sin él no podía dormir, una caja azul que decía A&A, llena de las cosas que él me había dado, eran muy especiales e intimas, coloque la caja debajo de mi cama así nadie la encontraría.
Antes de ir a cenar me di un baño relajante, me puse un vestido color verde y unas bailarinas negras, seque lo más posible mi cabello y luego baje las escaleras en busca de la cocina, cuando la encontré todos estaban ya cenando.
-Estas cómoda en tú habitación.- Pregunto el tío Luke.
-Sí, es muy cómoda, gracias.- Conteste mientras me sentaba.
-No tienes porque agradecernos.- Dijo Julia sonriente.
Empecé a comer y antes de levantarme de la mesa, Denisse me detuvo.
-Ash, me puedes hacer un favor.- Pregunto algo dudosa.
-Sí, lo que quieras.- Conteste con una media sonrisa.
-Eh, yo cuido a los gemelos que viven al lado y pues… mañana tengo que hacer otra cosa, quisiera saber si tú podrías cuidarlos por mi.- Me propuso, no era mala idea, así podría entretenerme un poco y no pensar tanto en Ashton, aunque fuera imposible.
-Claro, suena bien, además… me encantan los niños.- Dije forzando una sonrisa, ella sonrió triunfante.
-Gracias, gracias, gracias, eres la mejor amiga del mundo, te compensare…- Hizo una pausa y luego se puso pensativa.- No creo que sea necesario…- Dijo mientras su sonrisa de triunfo, se convertía en una picara, no entendí a lo que se refería.
-De nada…- Respondí dudosa.
Me levante de la mesa y me fui a mi habitación, en cuanto cerré la puerta tras de mi me…