Capitulo 26

Mi sueño Hecho realidad.
Darren y yo nos fuimos hacia el jardín del hotel, nos recostamos sobre el tronco de un gran árbol que yacía en el, sin dejar sonreír.
-Y ahora que haremos…- Pregunte irónicamente mientras su mirada me tenía hipnotizada.- Tú iras a la facultad y yo iré a Yale.- Dije sonriendo, me miro con una mezcla de asombro y felicidad.
-Te aceptaron en Yale.- Casi grito de la alegría, asentí riendo entre dientes, me tomo en sus brazos y me dio vueltas de la felicidad, no pude evitar reír.- Eso es maravilloso Bella.- Dijo acercando sus labios a los míos.
-Si lo sé yo…- No me dejo terminar la frase, ya tenía por fin sus labios sobre los míos, sonreí entre sus labios y luego empezó a volverse más insistente, como con necesidad, me tomo de la cintura y me apretó contra él, pase mis brazos por su cuello para no dejarlo ir, me alzó sin ninguna dificultad sin dejarme de besar, tuvimos que separarnos pero solo un poco porque nos faltaba en aire, nuestras respiraciones eran entrecortadas.
-Te amo.- Susurro entre mis labios, sonreí y luego volvió a darme un pequeño beso, luego otro y otro, hasta que me empecé a reír y él se detuvo.- De que te ríes.- Pregunto divertido.
-De esto, no lo puedo creer.- Dije riendo irónicamente.
-Que no puedes creer Bella.- Pregunto ahora confundido mientras me miraba a los ojos.
-Esto, tú y yo, juntos.- Conteste poniendo los ojos en blanco, me tomo de la barbilla e hizo que lo mirara.
-Porque piensas eso, no le veo nada de malo.- Dijo ahora serio.
-Que haremos ahora cuando vayamos a diferente universidades.- Pregunte algo desanimada.
-Podremos manejarlo Bella, hablaremos por teléfono todos los días, por internet y demás…- Contesto, suspire.
-Tú crees que funcionara.- Dije tomándole la mano.
-Claro que funcionara, el amor lo puede todo, no.- Sonreí y asentí.
-Tienes razón Darren, el amor lo puede todo.- Se acerco a mí y me dio un pequeño y tierno beso.
-No me canso de besarte.- Confesó sonriendo, me sonroje.
-Créeme que yo tampoco.- Dije todavía sonrojada, paso su mano por mi rostro y la piel se me erizo, luego tomo mi mano delicadamente y me hizo una seña para que lo siguiera, caminamos de nuevo hasta el salón, cuando entramos todo el mundo estaba bailando música lenta, cuando se percataron de que habíamos vuelto, todos voltearon a vernos y nos hicieron espacio en la pista de baile, nos dirigimos hacia el centro y me tomo de la cintura para acercarme a él, pase mis manos por su cuello y puse me cabeza sobre su pecho, empezamos a bailar en círculos, estaba disfrutando cada momento de esta velada, me percate de que Miranda bailaba con Luis, me miro y sonrió pícaramente, articulo con sus labios “te lo dije”, me reí bajito y asentí, ella hizo lo mismo, le guiñe el ojo y volvió a lo suyo.
No había cumplido mi parte de mí sueño, ser reina del baile, pero como Darren dijo, al diablo la popularidad, estaba junto al chico más maravilloso del mundo y eso era lo que importaba, al fin tuve mi propio final de cuento…