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miércoles, 20 de octubre de 2010

Capitulo 21

Entrevista.
El sábado Savannah fue a casa para ayudarme a practicar para la entrevista, me felicito al terminar pues lo había hecho muy bien, pero eso no ayudo mucho con mis nervios.
Hoy era el día de mi entrevista, mis padres estaban de un lado a otro preguntándome o simplemente apresurándome para estar lista, me puse una falda un poco más arriba de las rodillas verde, con una camisa a botones blanca, un jersey negro y unos zapatos negros con un poco de tacón, era un poco conservador, pero daría una buena impresión.
Baje las escaleras para que papa me llevara a la universidad que quedaba un poco lejos de acá.
-Suerte linda.- Dijo mi mama mientras me abrazaba.
-Gracias.- Las dos cruzamos los dedos como siempre hacíamos cuando queríamos algo y luego reímos.
Luego de casi dos horas de viaje por fin llegamos, era más hermosa que en folleto, inmensa y muy antigua, me encantaba, los nervios me inundaron, papa me deseo suerte con un beso en la frente y empecé a caminar hacia dentro.
Paredes rocosas color crema, largos y anchos pasillos, pisos pulidos y muchas cosas más, mi boca no podía cerrarse ante tanta belleza, hasta que una señora un poco mayor me freno en seco.
-Usted debe ser Isabella Mason.- Dijo tratando de adivinar, asentí de una.- El decano la espera en su oficina.- Anuncio sonriendo, mi reacción de nerviosismo y de tragedia la hizo reír.- Tranquila chica, todo va a estar bien.- Me limite a sonreírle tímidamente.
Camine por uno de los largos pasillos y me detuve en la puerta que me había apuntado, respire hondo y abrí la puerta, un señor canoso, con un poco de arrugas y vestido de traje, me esperaba sentado en un sillón detrás del escritorio, al verme sonrió.
-Srta. Mason.- Dijo acomodándose en su silla, camine hacía él.- Tome asiento por favor.- Me pidió, lo obedecí y me senté.- Veamos… Isabella.- Empezó a hablar.
-Bella, dígame Bella.- Dije sonriendo.
-Bueno Bella… una de las cualidades que aquí valoramos es la pasión, los resultados de sus exámenes fueron excelentes, pero su amor y su conocimiento de Literatura son algo no comunes en una persona de su edad.- El tenía toda la razón, tenía mi habitación llenas de libros, de Shakespeare hasta Noel Clarasó, me limite a asentir.
-Gracias, son una parte importante en mi vida…- Dije sonriendo tímidamente.
-Puede continuar.- Me invito, me mordí el labio y asentí.
-Me encanta la poesía, la articulación de la expresión de los sentimientos, por ejemplo, sentimientos complicados y difíciles de expresar, es muy… inspirador.- El solo me miraba asintiendo profesionalmente.
-Estoy de acuerdo con usted y cuales poetas le gustan.- Pregunto.
-La verdad, me gustan muchos poetas, pero el que más me llama la atención es, Khalil Gibran.- Conteste algo nerviosa.
-Oh, interesante… se sabe alguna frase o algo sobre él.
-Claro… “Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes”.- Cite.
-Qué piensa usted sobre la filosofía, tiene algún filosofo que admire.- Pregunto curioso.
-Eh… pues claro si… Platón, Rabindranath Tagore y Molière.- Conteste encogiéndome de hombros, el asintió maravillado.
-Inspirador… y pienso que usted también sabe mucho sobre Shakespeare.- Dijo cambiándose de posición, asentí sonriendo.- Sabe alguna cita o cualquier cosa sobre él.- Claro que sabía, que pregunta era esa.
-“¿Debo igualarte a un día de verano?, pero más bello es tú semblante… y el tiempo sopla hasta el fondo, el verano termina en breves instantes”.- Se rio maravillado.
-Qué piensa usted sobre ese poema.- Pregunto algo curioso por saber más.
-Bueno yo pienso que el trataba de referirse a…- Mientras dejaba que mi deducción fluyera, él decano solo escuchaba maravillado, mis nervios fueron disminuyendo cada vez más hasta que desaparecieron por completo…
La entrevista termino y los dos nos levantamos de la silla al mismo tiempo.
-Su resultado le llegara pronto, estoy muy satisfecho.- Confesó sonriendo, le devolví la sonrisa y estrechamos las manos.
-Gracias por su tiempo, adiós.- Me despedí y salí de la oficina, suspire de alivio y sentí como si un peso se me quitara de encima…

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