Capitulo 20

Solo eres un pasatiempo.
Al día siguiente tampoco le había dirigido la palabra a Darren, aunque me estaba matando a mí, también lo torturaba a él, él me buscaba y trataba de llamar la atención, pero yo solo hacía como si no estuviera ahí.
Iba hacia mi casillero mientras repasaba una y otra vez lo de la entrevista para Yale, ya que era en un par de días y estaba con los nervios de punta, cuando abrí el casillero me lleve una gran sorpresa al ver un pequeño cartel que decía “Lo siento” más un corazón roto, puse los ojos en blanco y cerré el casillero de una antes de que mi “duro corazón” se rompiera en pedacitos y corriera tras Darren a perdonarlo.
Cuando me di la vuelta me lleve un susto al ver a Dayana parada frente a mí con su miradita de superioridad y de perra.
-Con que tú eres la nueva candidata de Darren.- Empezó a hablar, cerré los ojos con fuerza.
-Qué rayos quieres Dayana.- Pregunte cortante.
-Ya veo porque te escogió, eres tan ingenua.- Fruncí el ceño.
-De que hablas.
-Solo eres un pasatiempo, pronto se cansara de ti.- Sentía la sangre hirviendo en mis venas, no era por la humillación, era por la impotencia, quería agarrarle y romperle el cuello, di un paso adelante.
-Al menos no lo estoy acosando.- Le solté, se quedo paralizada, pero eso no la detuvo para contra atacar.
-Eres una nerd perdedora, no le llegas ni a los talones.-Mi corazón se perforaba por cada palabra que decía, pero me puse firme.
-Pero yo no soy una zorra.- La ataje.
-Como me dijiste.- Dijo algo enojada.
-Lo que escuchaste… oh, cierto, a ti hay que repetírtelo 2 veces para que entiendas.- Ni yo misma podía creer lo que estaba diciendo, estaba demasiado alterada.
-Eres una…- Antes de que pudiera terminar su frase, Miranda se interpuso entre las dos.
-Wo, cálmense las dos, tú porrista de cuarta esfúmate.- Grito Miranda, me reí por lo bajo.
-Ushh.- Fue lo único que dijo Dayana, luego se fue dando taconazos, Miranda se volvió hacia mí aguantando la risa.
-Bella, que fue eso.- Dijo sonriendo.
-No lo sé.- Conteste suspirando.
-Nunca te había visto así.- Confesó asombrada.
-Tampoco yo, digamos que no era yo en ese momento.- Dije rascándome la cabeza, se le escapo una risita.
-Pero esa tú, me gusta mucho.- Dijo golpeándome las costillas, me reí.
-Tú siempre con tus pensamientos.- Dije entre risas…