Capitulo 19

¿Quieres torturarme?
“A veces hace falta un empujoncito, para que el chico de tus sueños se dé cuenta de que le importas más de lo que cree”
De repente Darren se salió de la vía y freno en seco, lo mire confundida y alterada.
-No me moveré hasta que me hables.- Dijo al fin, suspire pesadamente.
-¡No seas idiota Darren!, enciende el auto.- Le ordene, negó con la cabeza.
-Te dije que no me moveré hasta que me digas que me perdonas.- Volvió a decir cruzándose de brazos.
-Perdonarte por qué… por casi hacer que nos expulsaran, por humillarme.- Explote sarcásticamente.
-Sabes algo, eras mejor de fantasma.- Dio justo en el blanco, sentí como si un cuchillo atravesara mi pecho, me mordí el labio tratando de aguantar las lágrimas, Darren se arrepintió de lo que dijo y trato de consolarme, pero lo frene en seco.
-¡Ni te me acerques Darren Martin!- Le grite alejándolo bruscamente, abrí la puerta del auto y me baje, di un portazo y empecé a caminar, deje que mis lagrimas fluyeran mientras el frío me hacía temblar, ya que todavía tenía la blusa húmeda, por el rabillo del ojo me percate de que Darren me seguía con el auto, pero seguí caminando sin darle importancia alguna.
-Bella, sube al auto, tú casa queda a unas cuantas cuadras de aquí, no te dejare ir sola.- Me suplico, ni me moleste a mirarlo a la cara, me limite a seguir mi camino.
-No te molestes, me sé defender sola.- Le dije sin apartar la vista del frente, en eso, Charlie, un chico que estudiaba conmigo, iba pasando con su auto, el chico me caía muy era, era agradable.
-Hola, Bella, caminando eh…- Dijo amablemente, me seque las lagrimas rápidamente, Charlie ni se dio cuenta de eso y ni noto a Darren.
-Sí, mi casa esta a unas cuantas cuadras de aquí, así que preferí caminar.- Le lance una mirada a Darren y me di cuenta que estaba que echaba humo por las orejas.
-Si quieres puedo llevarte a tú casa, por mi no hay problema.- Se ofreció sonriendo, no lo pensé dos veces, había dejado mi mochila en el auto de Darren, me apresure a tomarla y corrí rápidamente al auto de Charlie, lo menos que quería era mirar a los ojos de Darren, mi orgullo se iría por el caño…
Charlie era muy agradable, se la paso platicando y bromeando, mi cuerpo estaba con él, pero mi mente yacía en otro lugar, pensando en las duras palabras de Darren, “eras mejor como fantasma”, me estremecía cada vez que lo recordaba, era tan insoportable.
-Aquí estas, sana y salva.- Anuncio Charlie ya frente a mi casa.
-Gracias por traerme, es muy amable de tú parte.- Dije mientras salía del auto.
-De nada, para que son los amigos.- Le sonreí, me despedí con la mano mientras veía como se alejaba.
Entre a la casa y no quise hablar con nadie, subí las escaleras como rayo, cuando entre a mi cuarto, lo primero que vi fueron las pastillas sobre la mesita de noche, me tome cada una de ellas voluntariamente, antes de que mama viniera y me obligara a hacerlo.
Estaba en mi cama tendida, con lagrimas en mi rostro cuando mi celular vibro en mi bolsillo, lo saque y era un mensaje de texto de Darren.
¿Quieres torturarme?
No tenía ánimos de contestarle, sabía que si no respondía, iba a llamarme así que apague el celular y me puse la almohada sobre mi rostro, no quería hacer absolutamente nada…