¿Puedes verme?
“Es bueno tener un amigo quien te apoye en todo y en este caso que te ayude a no volverte loca”
Cuando salí del hospital me dirigí primero hacia mi casa, cuando llegue, traspase la puerta y no había nadie la parte de abajo, me pasee por todo el lugar, luego subí las escaleras y pude escuchar unos sollozos, me deje guiar por el sonido y provenía de la habitación de Elizabeth, la puerta estaba entre abierta y pase, Lizzie estaba sentada en el mueble que estaba en su ventana mientras lloraba, no entendía la razón, no creía que estuviera llorando por mí.
-Porque lloras.- Después puse los ojos en blanco, sabía que era inútil mi pregunta.
-Despierta Bella, te quiero conmigo.- Dijo entre sollozos, mis ojos empezaron a tornarse vidriosos, no quise ver más y salí de ahí, camine hacia el cuarto de mis padres, mama acurrucada en el pecho de papa con lagrimas en sus ojos, me fui de la casa, no quería seguir viendo todo el sufrimiento que yo había causado, todavía me quedaba una visita que hacer.
Empecé a caminar hacia la casa de Darren, bueno no sentía que caminaba, parecía como si estuviera volando, llegue más rápido de lo que creí a la casa de Darren, flote hasta lo que me suponía que era la ventana que llevaba a su cuarto, la traspase y entre sin ninguna dificultad, no estaba en su cuarto, pero todo era muy lindo, paredes azul marino, una gran alfombra color crema, una cama algo pequeña, sabanas azul eléctrico y muchos afiches y trofeos de futbol americano, todo era muy masculino, cuando escuche la puerta me asuste, pero después recordé que no podía verme, suspire, entro con tan solo una toalla, casi me babeo al ver sus perfectos músculos y su hermoso abdomen.
-Es tan lindo.- Dije suspirando, en eso alzo la vista como si me hubiera escuchado y abrió los ojos como platos, que, me había visto, oh rayos.- ¿Puedes verme?- Pregunte algo confundida, cuando lo dije dio un grito del susto y no pude evitar darlo yo también.
-Que… tú… no puede ser.- Dijo con nervio y miedo en su voz.
-Créeme que dije lo mismo…- Dije más tranquila.
-Pero cómo es posible, tú estás en coma… creo que debo sentarme.- Dijo suspirando mientras se sentaba y se llevaba la mano a su frente.
-Y que… te asusto.- Pregunte algo triste, alzo la vista con un gesto de disculpa.
-No, claro que no… lo que pasa es que no me esperaba esto… es tan… paranormal.- Confeso mientras se levantaba.
-Crees que soy paranormal…- Suspire.- Tienes razón, pero no entiendo cómo puedes verme y los demás no.- Pregunte acercándome lentamente.
-Yo tampoco entiendo, digamos que soy raro…- Se puso pensativo y no pude evitar reírme.
-Esto apesta.- Confesé mientras me dejaba caer en el suelo, el se acerco a mí a paso dudoso.
-Porque lo dices… yo daría lo que fuera por ser invisible.- Dijo divertido.
-Por favor Darren, odio esto, nadie puede escucharme o verme, mi familia sufre por mi culpa y estoy en coma.- Explote.
-Tranquila Bella, ya verás que pronto despertaras.- Me consoló, como es que no se asustaba.
-Como es que no te asusta mi presencia.- Pregunte algo confundida.
-Como voy a asustarme con un rostro tan lindo como el tuyo.- Me sonroje.
-Ushh, me frustra tanto.- Dije cruzándome de brazos.
-No te estreses Bella, te pondrás arrugada y no quiero eso.- Bromeo, no entendía porque me trataba tan bien, él capitán del equipo de futbol hablando así, era muy confuso.
-Gracias por eso…- Trate de poner mi cabeza sobre su hombro pero se fue de largo y lo traspase, él se estremeció.- Lo vez, no puedo tocarte.- Refunfuñe, soltó una risita nerviosa.
-Será mejor que me cambie.- Dijo levantándose del suelo.
-Si… ya sé… yo me voy.- Dije flotando hasta la ventana.
-No, no te vayas, si quieres espera a que me cambie.- Pregunto encogiéndose de hombros.
-Bueno… está bien, esperare afuera.- Dije dirigiéndome hacia la puerta de su cuarto, el asintió, salí del cuarto y empecé a explorar su casa, todo era muy lindo y por lo que veía sus padres no estaban, camine hacia donde había una puerta donde se podía escuchar la música a todo lo que daba, me dio curiosidad y la traspase, el cuarto era muy femenino, paredes color verde manzana, con detalles rosados, sabanas rosa pastel y muchos dibujos muy buenos de hadas y cosas raras, todo era impresionante, me percate de una chica sentada frente a la laptop mientras seguía el ritmo de la música, camine hacia ella y la reconocí, era la hermana de Darren, no era tan popular como su hermano, ella era más reservada e inteligente, me senté sobre la cama a mirar lo que hacía, cuando la canción termino, ella abrió los ojos para poner otra y abrió los ojos como platos, a caso también podía verme, dio un grito que casi me revienta el tímpano, si podía verme…
-¡Que!, tú no estas en coma.- Grito asustada.
-Eh, cálmate… pues yo…- Dije nerviosa mientras trataba de tranquilizarla, en eso Darren abrió la puerta de un tirón exaltado y preocupado.
-Que paso, una rata, que.- Pregunto exaltada.
-Ah… ella.- Dijo con voz temblorosa mientras me señalaba, él la miro con asombro.
-La puedes ver también.- Pregunto más calmado.
-Cierto, como puedes verme.- Lo apoye.
-No lo entiendo… ella no está en coma.- Dijo mientras se dejaba caer sobre la cama.
-Eso creía.- Contesto Darren por mí.
-Tú la hiciste venir como te gus…- Darren no la dejo terminar la frase, se abalanzo sobre ella para taparle la boca.
-Nada, como nada, Miranda, yo no la hice venir, nosotros somos los únicos que la podemos ver.- Dijo algo nervioso, ella asintió lentamente.
-Ah… y entonces, que hacemos con la fantasmita.- Se burlo Miranda, la fulmine con la mirada.
-A quien le dices fantasmita.- Dije a la defensiva.
-Wo, calma las dos, Miranda, de ella me encargo yo.- Le aviso mientras me sonreía.
-Más te vale.- Dijo Miranda mientras se volvía hacia la laptop de nuevo, salimos de allí y nos fuimos a su cuarto.
Entramos a su cuarto y él se acostó en su cama, me hizo una seña para que lo imitara, flote y me deje caer delicadamente a su lado, este me sonrió.
-Vez, puedes hacer algunas cosas.- Me animo.
-Solo algunas.- Suspire pesadamente.
-Tienes que ser positiva Bella.- Me aconsejo.
-Es que no le veo nada de positivo.
-Oh vamos, puedes traspasar paredes, puedes estar en cualquier lugar cuando desees, puedes flotar.- No pude evitar reír.
-Tienes razón, seré más positiva, pero porque eres tan bueno conmigo.- Pregunte cambiando el tema.
-Y porque no serlo, Bella, recuerda, te ayudare siempre.- Contesto sonriendo.
-Por un momento creo que…- Me arrepentí de decirlo y sacudí ese pensamiento.
-Creíste que…- Me incito a continuar.
-Nada, nada, es solo una de las tonterías mías.- Dije calmándolo.
-Dime, puedes contarme lo que sea…- Suspire.
-No nada, olvídalo.- Dije sacudiendo esa tontería.
-Está bien…- Dijo dudoso.
-Bueno, creo que es muy tarde, deberías dormir.- Le propuse.
-Y tú no duermes.- Pregunto curioso.
-No lo sé.- Conteste en un suspiro.
-Entonces si duermes, que sueñes lindo.- Le sonreí.
-Tú también.- Le conteste.
Cerró los ojos y yo lo imite, por suerte, si podía dormir.
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