Bueno, les contare lo que paso después del baile de graduación.
Hablemos primero sobre Dayana, pues que tengo que decir sobre ella, por no entregar tareas o hacer exámenes, le quedo el año, aunque a ella no le importo en absoluto porque sería de nuevo la popular de la escuela junto a unas nuevas gatitas amaestradas, prefería mil veces la popularidad que los estudios, con razón no tiene cerebro, ahora tiene en la mira al nuevo capitán de futbol americano, un tal Mike Johnson, serían una linda pareja ya que a los dos le falta cerebro, para Mike lo más importante es salir con muchas chicas.
Veamos, que paso con Miranda, ella y Luis ahora son novios, ellos entraron juntos en la universidad de Princeton, son una pareja perfecta, pero no tanto como Darren y yo –Risas-, en fin, se fueron de vacaciones a Inglaterra y disfrutaron mucho.
En cuando Darren y yo, que les puedo decir sobre eso, yo me gradúe con honores, tanto en la escuela como en el amor, empecé siendo cenicienta y termine llevándome al príncipe, decidí tomarme un año sabático para disfrutarlo al máximo junto a Darren, no hubo ningún problema de parte de la universidad y mucho menos de parte de mis padres. Darren… acepto la beca deportiva en Oxford, tuvo unas buenas calificaciones en los exámenes finales porque lo ayude a estudiar, ahora creo que hasta sabe más que yo –Risas-, mi meta de ahora en adelante será graduarme en Yale y hacer lo posible para que Darren y yo estemos juntos.
Darren y yo, decidimos irnos de vacaciones a Hawaii ya que solo nos quedaban tres semanas para empezar la universidad.
-Sabes, todo esto me hace recordar lo tanto que te amo.- Me dijo Darren mientras tomábamos sol en el hotel en nuestro último día en Hawaii.
-Porque lo dices.- Pregunte curiosa mientras me volvía para verlo a la cara.
-Porque me hace pensar cuanto te extrañare después de hoy.- Me sonroje, bueno más de lo que estaba, había tomado sol todo el día así que estaba un poco roja.
-Yo también te extrañare, no me imagino la universidad sin ti.- Confesé sinceramente.
-Ven Bella, te enseñare algo- Dijo mientras se levantaba y me tomaba de la mano para guiarme el camino.
Caminamos un rato hasta llegar a un extremo de la playa donde había muchos árboles con hojas muy verdes, nunca había visto esta parte del hotel, me tapo los ojos con sus manos.
-Que hacemos aquí Darren.- Dije cruzada de brazos, destapo mis ojos para poder dejar ver el tronco de un árbol con las iníciales “I+D” talladas dentro de un corazón, en ese momento si me tome enserio lo que me había dicho en menos de cinco minutos, lo extrañaría, demasiado diría yo, que iba a hacer cuando él no estuviera, lagrimas de tristeza recorrieron suavemente por mis mejillas, cuando una de ellas cayó sobre la arena un poco húmeda, Darren se dio cuenta de que lloraba y me hizo dar la vuelta, me miro a los ojos tiernamente y me seco las lagrimas, me limite a abrazarlo fuerte.- Te extrañare Darren, enserio.- Dije con voz ahogada ya que tenía mi cara hundida en su pecho.
-Shhh, no llores.- Me consoló acariciando mi espalda, baje la cabeza, seque mis lagrimas con mi hombro y alce la vista para verlo a los ojos, me tomo la mano y la puso en su corazón, cosa que me hizo derramar algunas lagrimas más.- Siempre estarás aquí, nunca olvides eso.- No sé porque pero me reí, tome su mano y la lleve a mi corazón.
-Y tú siempre lo estarás aquí.- Dije con mis mejillas completamente mojadas.
-Cuando me extrañes o estés triste, siempre ten en cuenta que yo lo sentiré, nuestros corazones están conectados.- Me dijo con sus ojos vidriosos, iba a llorar de verdad, asentí mordiéndome el labio.
-Te amo…- Dije desde mi corazón.
-Yo también te amo.- Me tomo del brazo y de un jalón ya tenía sus labios sobre los míos, sus manos tenían atrapado mi rostro mientras las mías estaban atrapadas entre su cabello color chocolate, nuestros labios se movían con dulzura al compas, nos separamos un poco porque nos faltaba respirar, unimos nuestras frentes y sonreímos, él me limpio unas lagrimas que habían salido sin ser llamadas.
Nos quedamos en ese lugar hasta que el sol se empezó a poner, luego Darren me tomo de la mano y caminamos a paso lento hacia nuestra habitación en el hotel, cuando íbamos en el ascensor, iba pensando en lo que sería de mí en Yale, me asuste un poco, pero podría manejarlo, era una chica fuerte.
Caminamos por el lujoso y algo largo pasillo para poder llegar a nuestra habitación que era la 305, en cuanto Darren cerró la puerta me miro como lo hizo aquel día en mi cuarto, de esas que no sabes que significan, se acerco a mí y rápidamente me tomo de la cintura, choque contra él y alce la vista, pozo sus labios con los míos, empezó normal, como siempre, pero luego sus manos bajaron más de lo normal, las deslizo por debajo de mi blusa y empezó a acariciarme la espalda, la piel se me erizo y me derretí por completo, llego hasta mi traje de baño y jugueteo con él hasta que logro quitarlo, en ese momento los nervios me inundaron, nunca había hecho esto en mi vida…
-No me arrepiento de esto.- Susurro, su delicioso aliento azoto mi mejilla, reí por lo bajo.
-Yo tampoco.- Lo apoye sonriendo, paso sus brazos por mi cintura y puso su barbilla en mi hombro.
-No deberíamos dormir, recuerda que mañana… tenemos que irnos.- Sugirió pronunciando con dificultad las últimas tres palabras, me volví hacia él y hice que volviera a acostarse en la cama, quedando encima de él, le di un pequeño beso y me deje caer sobre la cama, paso su mano debajo de la sabana y me tomo de la cintura para acurrucarme en su pecho, luego de eso… el sueño me venció.
La claridad del sol me hizo abrir lentamente los ojos, por un momento me cegó, cuando me di la vuelta Darren no estaba ahí, pero en lugar de él, había una notita, me apoye con los codos para poder sentarme en la cama, tome la nota y empecé a leerla.
“No te preocupes por qué no estoy, fui a buscar el desayuno, no me eh ido a ninguna parte, Te amo… Darren”.
Suspire de alivio y me levante de la cama, me sonroje al verme completamente desnuda, lo que me hizo recordar la noche anterior y me hizo sonreír automáticamente, me dolían un poco los muslos, pero no era para morirse.
Me puse una camisa a botones de Darren, camine hasta el baño y me lave los dientes, cuando escuche la puerta salí casi corriendo del baño, Darren traía consigo una bandeja con el desayuno, al verme sonrió.
-Buenos días cariño.-Dijo mientras cerraba la puerta tras él.
-Buenos días.- Conteste sonriendo.
-Creo que hay que apresurarnos, tú vuelo sale en 2 horas y el mío en 2 horas y media.- Me recordó, asentí suspirando.
Comimos y arreglamos nuestras maletas, me di… bueno nos dimos una ducha, nos cambiamos y ya era hora de irnos al aeropuerto. Al llegar nos dio tiempo para despedirnos.
-Bueno… este es el adiós.- Dije mordiéndome el labio para no llorar.
-Nunca es el adiós, recuerdas lo que te dije ayer.
-Nuestros corazones están conectados.- Lo cite sonriendo, el asintió y sus ojos se tornar vidriosos, unas lagrimas brotaron de mis ojos.
-No, no llores, como dije antes, podremos manejarlo.- Me aseguro mirándome a los ojos, bajo la cabeza para dejar deslizar una lagrima sobre su mejilla.
-Tienes razón si sobreviví a mi c…- No me dejo terminar la frase, puso su dedo en mis labios.
-Profundo sueño.- Musito secándome las lagrimas.
-Sobreviví a mi profundo sueño…- Me corregí, el sonrió y luego nos sumergimos en un gran beso de despedida…
FIN :)
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