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miércoles, 6 de octubre de 2010

Capitulo 8

¡Despertó!.
“Cada uno tiene un miedo y el de Bella es la soledad”.
Las semanas pasaron y yo perdía cada vez más las esperanzas de que iba a despertar pronto, casi no hablaba con Darren porque llegaba a su casa agotado, cada vez que hablábamos era para decirme las tareas que tenía que hacer y los exámenes que iba a tener, estudiaba junto a él, para cuando despertara no tuviera que complicarme tanto, mi relación con Savannah estaba mejor que nunca, Miranda y yo nos habíamos vuelto buenas amigas y Darren, pues Darren me gustaba cada vez más.
Me desperté un sábado por la mañana, estaba en casa de Darren, pero me había quedado dormida mientras hablaba con Miranda, ella seguía dormida así que no quise despertarla, traspase la puerta y eche un vistazo en el cuarto de Darren, no me sorprendió de que siguiera dormido, ayer tuvo que entrenar por la noche y llego exhausto, estaba trabajando duro como mariscal de campo.
Salí de la casa y me dirigí hacia el hospital, en cuanto llegue empecé a buscar a Savannah, pero no la encontraba, empecé a preocuparme, busque en los 4 pisos del hospital y nada que aparecía, estaba muy asustada, se me ocurrió ir a buscarla en su habitación, me apresure hacia la puerta 219, traspase la puerta y una ola de tristeza me inundo, la camilla estaba vacía, nadie estaba allí, una voz muy reconocida me llamo la atención, alce la vista y allí estaba Savannah junto con sus padres, estos la tenían abrazada fuerte y ella solo miraba hacia los lados como buscando a alguien, había despertado, me había dejado sola en esta pesadilla, las lagrimas empezaron a caer sin ser llamadas, si ella no podía verme, tampoco recordarme.
-Savannah, debes arreglarte para irnos.- Le dijo su papa.
-Claro, claro…- Le contesto con voz ronca.
-Te daremos privacidad, me dices cuando estés lista.- Dijeron mientras salían, en eso reino el silencio y ella se paseo por toda la habitación.
-Crees que porque desperté, te eh olvidado.-Empezó a hablar, se veía más linda en carne y hueso, si me recordaba, deje de llorar al escuchar eso.- Se que no te puedo ver ni escuchar, pero si sentir.- Sonreí, flote hacia ella y pase mi mano por su rostro, ella solo cerró los ojos y se rio.-Te prometo que vendré a visitarte todos los días.- Me aseguro, solté una risita.- Bueno será mejor que me vaya o me darán por loca.- Dijo con su risita, tomo sus cosas y salió de la habitación, yo la seguí.- Quiero que sigas con las bromas, es divertido.- Me susurro mientras se acercaba donde estaban sus padres, ellos sonrieron y se fueron caminando, estaba muy triste, no quería seguir ahí.
Volví hacia la casa de Darren, apenas se estaba despertando, al ver mi cara de tristeza se levanto de la cama.
-Paso algo Bella.- Pregunto preocupado, me limite a asentir con la cabeza.- Que paso.- Volvió a preguntar.
-Recuerdas de la amiga que te hable.- Dije con voz temblorosa.
-Sí, Savannah, que pasa con ella.
-Ella despertó del coma.-Dije bajando la cabeza.
-Pero porque tan triste, eso es bueno.
-Estoy feliz por ella, pero… ahora estoy sola en esta pesadilla.- Dije suspirando.
-Me tienes a mi Bella y a Miranda.- Me recordó, puse los ojos en blanco.
-Pero hablo de alguien que pueda abrazar, tocar, sentir.- Le explique.
-Recuerda que cuando despiertes estaré ahí para ti.- Le sonreí.
-Crees que despertare pronto.- Pregunte sinceramente.
-Claro que lo creo y espero que sea antes del baile.- Lo mire con confusión.
-Porque antes del baile.
-Para ir contigo.- Confesó sonrojado.
-Quieres ir al baile conmigo.- Dije con la boca abierta.
-Sí, claro que quiero.- Dijo sonriendo.
-Creo que estoy soñando.- Dije levantándome.
-Porque lo d…- El ruido de la puerta no lo dejo terminar la frase, era su papa.
-Darren, estas hablando con alguien.- Pregunto confuso.
-Eh…- Miro hacia los lados en busca de una excusa.- Si, estaba hablando por teléfono.
-Ah, bueno baja a desayunar, te tengo que dar una noticia.- Darren lo miro curioso y luego se fue.
-Bueno, tienes que ir, te acompaño.- El sonrió y camino hacia la puerta.
Bajamos las escaleras y nos dirigimos hacia la cocina, Miranda nos dio una ojeada y luego se volvió hacia su desayuno.
-Aja, que noticia querías darme.- Pregunto Darren curioso.
-El coach me llamo para avisarme que en el juego contra la otra escuela, ira un supervisor de una Universidad para ver como juegas, si lo haces bien, te darán una beca para ir a estudiar allá.- A Darren se le cayó el pan de la boca.
-¡Enserio!, oh por dios, eso es genial.- Dijo entusiasmado, también me ponía feliz por él pero en parte me hizo sentir mal porque yo en verdad quería ir a Yale y obviamente no lo lograría.
-Lo sé hijo, tienes que esforzarte.- Le contesto.
-Claro, claro que lo hare.- Sonrió y empezó a desayunar, después de eso, subió de nuevo a su cuarto, por supuesto que conmigo.
-Te felicito mariscal.- Dije con una sonrisa, pero no llegaba hasta mis ojos.
-Gracias, todavía deprimida.- Pregunto, suspire pesadamente.
-Sí, además de eso, sabes que mi sueño era ir a Yale.- Le confesé.
-Me parece bien, además tienes excelentes notas.- Me alago.
-Eso lo sé, pero ahora no podre entrar.- Dije bajando la cabeza.
-Porque lo dices.
-Porque en primer lugar, no han respondido mi carta y en segundo aunque lo hayan hecho no podre ir a la entrevista.
-Ah, espero que puedas hacerla.
-Si, créeme que deseo lo mismo…

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